
Los laboratorios de fármacos genéricos van a pedir al Gobierno una normativa que obligue a los medicamentos originales a tener un precio mayor que sus copias, para de esta manera poder ganar cuota de mercado en la venta en farmacias.
Y es que el escenario de competencia entre medicamentos originales y sus genéricos va a cambiar en nuestro país desde el 1 de enero.
El Gobierno ha decidido acabar con la norma que regía desde el año 2012 de discriminación positiva a favor de los genéricos en caso de igualdad de precio. Desde esa fecha, las farmacias están obligadas a dispensar el medicamento genérico de una determinada receta de un principio activo aunque el medicamento original y de marca de ese mismo producto tuviera el mismo precio.
Este hecho provocó, según las farmacéuticas innovadoras, que su facturación bajara de media un 30% en las farmacias desde ese año. Mientras, los diez mayores laboratorios de medicamentos genéricos en nuestro país han aumentado sus ventas un 74% en los últimos cinco años, según los datos de la consultora IMS Health.
Hay que recordar que la diferencia de precio entre los medicamentos financiados de marca y sus genéricos se acabó en el año 2011. En ese momento, el Estado se negó a financiar un medicamento de marca a un precio superior al de uno genérico.
Los laboratorios de marca, para poder seguir estando incluidos en la financiación pública, tuvieron que bajar sus medicamentos al mismo precio que el de sus genéricos. Y casi el 100% de ellos lo hizo, pero la normativa de un año después les dejó en un callejón sin salida y sólo si el médico recetaba el fármaco con su nombre comercial podían ser dispensados en la farmacias.
Para Farmaindustria, esta discriminación positiva hacia el genérico no tiene sentido, ya que a igualdad de precio, el Estado no ahorra más dinero y, segundo, porque el crecimiento que ha tenido desde entonces esta industria ha sido cons-tante y no pone en riesgo al sectoren España. Los laboratorios innovadores consideran que la competencia libre y directa entre ambos sería lo más justo y que el ciudadano pudiera elegir.
Según las firmas de genéricos, en un mercado de libre competencia y mismo precio, los genéricos terminarían por desaparecer. En cuanto a la cuota de mercado, los medicamentos genéricos representan ya el 40% de las unidades vendidas en las farmacias y el 20% de la facturación total, una cifra similar a la de Portugal o Noruega, pero lejos del 37%.
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