Twitter detectará efectos adversos de fármacos comercializados

Publicado por en 18 Mar, 2015 en Noticias | Sin comentarios

Twitter detectará efectos adversos de fármacos comercializados

 La Universidad Carlos III de Madrid diseña un sistema para detectar los efectos adversos de los medicamentos a partir del seguimiento de las redes sociales

No, las redes sociales no van a sustituir los ensayos clínicos, pero pueden aportar información y seguimiento cuando los medicamentos ya están en el mercado. Por eso, un equipo de investigadores de la Universidad Carlos III de Madrid (@uc3m) ha desarrollado un sistema para detectar los posibles efectos adversos en redes sociales como Twitter o en blogs especializados.

Se sabe que Internet desvela mucho de los usuarios que lo utilizan. La caché, las cookies… no son más que los rastros que el internauta deja a su paso y que puede ser utilizado para entender sus gustos comerciales, su comportamiento social, y ahora también para monitorizar su salud a modo de Big Data sanitario. Porque cada 5 segundos se realizan 170.000 búsquedas en Google sobre salud.

Por eso, Isabel Segura Bedmar (@isabelsegura), del departamento de Informática de esta universidad, considera las redes sociales como una “valiosa fuente” para descubrir los efectos adversos de los medicamentos una vez el fármaco ha finalizado la fase de ensayos clínicos y empieza a comercializarse. Desarrollado dentro del proyecto europeo TrendMiner (@TrendMiner), el nuevo prototipo desarrollado permite analizar los comentarios en redes sociales por medio de técnicas de procesamiento del lenguaje natural (PLN), que traduce las descripciones coloquiales de los pacientes a datos manejables para obtener patrones o tendencias.

“Estos datos pueden también combinarse con los obtenidos de otras fuentes, como son las historias clínicas electrónicas de los pacientes. En ellas aparece información muy útil sobre diagnósticos o tratamientos, también descrita en gran parte en el lenguaje natural, por lo que es necesario codificarla y convertirla en información estructurada con la que poder trabajar”, explica Paloma Martínez, una de las investigadoras.

ÚTIL PARA LAS FARMACÉUTICAS

Su sistema se basa en el procesador lingüístico MeaningCloud, que reconoce las menciones de fármacos, efectos adversos y enfermedades. El sistema puede monitorizar, por ejemplo, fármacos de la familia de los ansiolíticos, teniendo en cuenta tanto las menciones de los principios activos o genéricos de este grupo y también las marcas comerciales. Luego se analizan en relación con sus efectos terapéuticos y efectos adversos.

“Esta tecnología la podría emplear también una farmacéutica para saber qué se está diciendo de un fármaco o para recabar sospechas sobre efectos adversos y así complementar las notificaciones recibidas por los canales tradicionales. Hay partes de informes médicos, notas o historias clínicas que son difíciles de procesar, por lo que no se está trabajando en ello, y esta técnica podría ayudarnos a sacar el máximo rendimiento a este contenido”, expone José Luis Martínez Fernández, docente del departamento de Informática de la universidad.

Finalmente, en el marco de este proyecto, se ha creado la primera base de datos en español que permite unificar información sobre fármacos y sus efectos adversos. Los investigadores ya han adelantado algunos de sus resultados durante un congreso el año pasado celebrado en Gotemburgo, Suecia, y que van a publicar un trabajo más detallado al respecto en la revista BMC Medical Informatics and Decision Systems.

Fuente: ConSalud.es

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